domingo, 9 de enero de 2011

LA VOCACION MISIONERA: PASIÓN SIN FIN!!!

"Hasta los confines de la tierra" (Isaías 49,6)
Esta es la frase que acompañó mi Primera Profesión Religiosa.
Junto a mis 4 Hermnas de Togo: Diana, Luciana, Justina y Sofía, el 28 de agosto 2010, pronuncié mis Primeros Votos en la Congregación NSA, en Abengurú, Costa de Marfil. Fue, también en Abenguru que pasé mis dos años de noviciado.
Era una tarde brillante y sin lluvia, un don del Señor en ésta época del año. La Catedral estaba vestida de fiesta. La comunidad del Noviciado, las Hermanas llegadas de Togo, de las distintas comunidades de Costa de Marfil y de Italia, nos acompañaron a la Iglesia. Fue como un abrazo comunitario que me permitió "tocar con la mano" el sentido de la gran familia a la que ahora pertenezco.
Mi madre, vino de Italia para acompañarme en éste momento tan importante de mi vida.
Fuimos recibidas por "nuestra gente": jóvenes, ancianos, niños, familias...toda la comunidad parroquial. También estaba el párroco de la Catedral, con quien hemos compartido alegrías y preocupaciones en la pastoral...

"Hasta los confines de la tierra..." esta Palabra me resonaba en el corazón durante la procesión de entrada y no la he olvidado.
Veía a mi alrededor todos aquellos hermanos y hermanas de distintas nacionalidades cantando y danzando con nosotras y por nosotras. Miré hacia el altar, punto de convergencia de todas éstas diferencias y tuve una clara percepción de lo que es la Iglesia: Dios está en medio de su pueblo unido en la alegría y el don recíproco.
He percibido claramente la belleza de la vocación misionera: pasíon sin fin por Dios y por la humanidad....y hemos respondido "SI"...
"SÏ", al Señor que nos ha llamado a consagrarnos totalmente a EL en pobreza, castidad y obediencia.
"SI" a la belleza de ésta vocación específicamente misionera que nos hace salir de nosotras mismas para ayudar a todos y todas, a descubrir aquel AMOR que da el verdadero sentido a la vida.

"Hasta los confines de la tierra..." ésta frase de Isaías, que vuelve a surgir en los Evangelios en el envío misionero de los Apóstoles después de la Ascención, resonó durante toda la Misa, como un soplo del Espíritu que da vida.
Ella fue PROCLAMADA  en las lecturas de la Palabra.
Fue EXPLICADA por nuestro párroco durante la homilía, que recordó que los sacerdotes de la Sociedad de Misiones Africanas (SMA) y nuestra Congregación (Hnas. nsa) estuvieron con su acción misionera, en la base de la evangelización del país y que estamos siempre dispuestos y dispuestas a ir donde el Espíritu nos envía.
Esta Palabra fue CANTADA por el coro de jóvenes, que animó la celebración.
Fue DANZADA con el modo típicamente africano de alabar al Señor y expresar con el cuerpo la alegría de la entrega.
La Palabra fue REPRESENTADA en la entrega de la cruz y de las Constituciones a cada una de nosotras, como símbolo del "SI" pronunciado, en el continente africano, que es para nosotras, Hermanas nsa, "el confín de la tierra."

Esta celebración se continuó, naturalmente, con los saludos, la fiesta, los abrazos, la danza, la alegría al final de la Misa.
Seguramente no olvidaré el afecto de ésta gente, que no me saludó simplemente diciéndome: "Felicitaciones", sino que me decían: "Gracias, Hermana, por dar tu vida a Dios por nosotros"..."Gracias por el don que haces a Dios por nosotros..."
No creo que exista un mejor saludo para una Hermana misionera...
Gracias a todos y todas por ésta "Fiesta en Familia"...una familia grande como el mundo!!!

Hna. Giuliana, nsa

Artículo publicado en la revista italiana "Regina Apostolorum". Diciembre 2010.

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