El equipo animador estuvo integrado por Hubert (capuchino francés), Jean Paul (fidei donum burkinabés), Chrislain (espiritano congolés) el Hno. Brazza; Jacqueline (hna. de San José, francesa) y yo (Hna. Nsa, argentina). Además incorporamos a 5 estudiantes avanzados en los estudios y que ya habían participado de la universidad para ayudarnos a animar los grupos y acompañar en lo que fuera necesario. Su ayuda fue muy valiosa. Participaron 27 estudiantes, la mayoría en su primer año en Argelia, algunos no manejaban el francés todavía. Los burundeses eran los más, había congoleses, zambianos, tchadianos, marfileños, mozambiqueños, de Malí, cameruneses, tanzanianos, togoleses y 2 argelinos. Casi la totalidad eran católicos, había algunos protestantes. La invitación se hizo a nivel de toda la Iglesia del país.
El encuentro tuvo lugar en la casa diocesana de Argel, que es propiedad de la diócesis y acoge a gente de paso o a grupos para eventos semejantes.
El tema central de este año fue “Derechos Humanos”, haciendo hincapié en los derechos de la mujer y del niño. El hilo conductor fue la carta a los Colosenses, el tema que toma el papa para la JMJ - Madrid.Invitamos a distintas personas especializadas en el tema para dar charlas y debatir con los chicos: hubo un profesor congolés de la universidad de DDHH de Lyon (Francia), que viene periódicamente a Argelia a tomar exámenes a quienes siguen la formación desde acá, ya que no consiguen visa para Francia. Fue muy bueno que un africano hablara claramente a los africanos acerca del tema, bastante objetivo, haciéndose cargo de lo que la responsabilidad que les corresponde.
Hubo también una abogada especializada en DDHH, que trabaja por los derechos de la mujer y el niño, es argelina. También un cura de los Misioneros para África (padres blancos), un neerlandés que desde hace muchos años trabaja con los migrantes en Argelia… contó experiencias durísimas, es una tarea muy difícil, un verdadero desafío cotidiano, es increíble lo que la gente hace por llegar a Europa, los sufrimientos a los que se someten, los peligros que corren, también están los que aprovechan las situaciones, hay de todo en la viña del Señor… Intercalando estas charlas, hubo reflexiones personales y grupales, tuvieron bastantes momentos de espiritualidad. El padre Hubert presentó la carta a los Colosenses, la leímos toda en el gran grupo y hubo momentos de reflexión en los pequeños grupos. Una tarde visitamos la basílica de Notre Dame d’Afrique, (la que hizo construir Lavigerie y que acaba de ser restaurada, es muy bella) y luego nos cruzamos a la nunciatura, en cuyos jardines hicimos una tarde de retiro en silencio, que me tocó preparar y guiar. Los chicos estuvieron contentos de tener un momento de desierto, terminamos con la misa, comimos las pizas que habíamos llevado y volvimos a la casa.
Dentro del objetivo del encuentro, una parte importante era ayudarlos a conocer y amar el país que los acoge. Para ello hubo dos argelinos, un religioso y un laico que trataron de presentar el país y sus características.Hubo una jornada dedicada a la sexualidad y afectividad, con unas fichas preparadas de antemano, para la reflexión en grupos separados por sexo, para facilitar la expresión personal.
Por las noches hubo distintas actividades, vimos dos películas. La noche previa a la visita de las ruinas romanas, Chrislain les presentó un poco la historia, la idea era motivarlos para que se interesaran en el sitio a visitar. Dos noches hubo fogón con chistes, juegos, skechts y demás yerbas…. Bailé salsa y me salió bastante bien…
Otra salida fue la visita a las ruinas romanas de Tipaza, sobre la costa (hay un montón de ruinas romanas a lo largo de toda la costa del país). Las que visitamos eran enormes, una gran ciudad debe haber sido, buenísimo, muy interesante, no nos dio el tiempo para recorrer todo, hay buena parte que se conserva. Hubert se disfrazó de romano de la época y nos hizo de guía turístico, explicando todo y mostrándonos los lugares más importantes. Luego, en el pueblo hay un pequeño museo con algunas piezas recuperadas de la época que también visitamos.Luego, fuimos a un parque para el pic-nic y después de comer pasamos unas horas en la playa, había mucho viento, lástima!
La experiencia fue muy rica, te permite acercarte a los chicos desde otro lugar, pude conocer parte de la realidad que viven en este país, las dificultades, las alegrías y las penas… me motivó para comprometerme en el acompañamiento de los que pertenecen a nuestra parroquia, que estudian en Orán. Ya estuve haciendo contactos con las personas que integran el equipo que los acompaña. Las actividades retoman en octubre, se organizan charlas acerca de temas que les ayuden a vivir mejor su tiempo en Argelia, generalmente se trata de afectividad. También es importante poder visitarlos en las cités donde viven, en los alrededores de la universidad.
Las universidades son realmente numerosas en este país, es increíble, (forman toneladas de profesionales que nunca encontrarán trabajo en el país, la desocupación entre los jóvenes es altísima) y hay gente de toda África que estudia aquí. Los gobiernos firman convenios por los que otorgan becas a los alumnos destacados en el secundario. Pero, los chicos me contaban, que distribuyen los lugares sobre las distintas áreas de estudio y los inscriben en las distintas carreras sin preguntarles; puede ser que te interesa Maths pero te toca estudiar medicina. Parece que hay posibilidades de cambiar pero después que cursaste el primer año… hay mucha corrupción, muchos chicos/as cuando llegan al país se enteran que algún grande tomó la beca para el hijo de un amigo, así que la plata nunca les llega, nadie se hace cargo y tienen que arreglárselas para vivir... Como mínimo hacen 3 años en el país, hasta 7 los que siguen carreras más largas, la mayoría no tiene posibilidades de volver a su país de origen durante el tiempo que duran los estudios; con suerte algunos van una vez. Reconocen en las comunidades cristianas a su familia, donde encuentran acogida, contención, ayuda, etc. 
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