sábado, 11 de octubre de 2014

HOY, EN FRANCIA

La Hermana Victoria, dejó Nigeria para unirse a la comunidad de las Hermanas nsa de Rillieux-la-Pape en Francia. Ella está particularmente comprometida en la capellanía de jóvenes de la parroquia. También colabora con el Movimiento NID, acompañando a las mujeres en situación de prostitución. Sobre éste tema, nos brinda su testimonio: 


(GIF)"Trabajo con el Padre Daniel, de la Sociedad de Misiones Africanas, que está comprometido en el NID desde hace varios años como responsable delegado del movimiento por la ciudad de Lyon.
Somos un equipo de 30 voluntarios, con tareas diferentes: contactar a las mujeres en las calles, hacer la prevención en las escuelas, administrar los fondos financieros, permanecer en la acogida.
Con el Padre Daniel, visito las mujeres dos veces por mes, durante el día y la noche, cerca de la estacion de Perrache.
Encuentro a las mujeres nigerianas, rumanas, búlgaras, checas, y a veces, también, francesas, del mismo modo que a los travestis y transexuales.

Ciertas mujeres nos dicen que están dispuestas a dejar la prostitución si encuentran trabajo, lo que no es fácil porque en general son indocumentadas y sin un domicilio fijo.
El gobierno francés cortó la subvención que daba al Movimieto NID para ayudar a las mujeres.
Otra de las dificultades es el miedo que no les permite actuar: miedo del proxeneta o miedo del Vodou, en el caso de las nigerianas: ellas sacaron dinero en préstamo para costearse el viaje hasta Francia, y están aterrorizadas, hasta que la deuda sea cancelada.
Lo que es también muy desagradable, es ver que los hombres prostituyen a sus propias esposas contra la voluntad de ellas, o ver a las madres llevando a sus hijas a la prostitución o ver mujeres embarazadas de siete meses prostituyéndose.

Para ayudarnos a enfrentar éstas situaciones extremas, el NID da una formación a sus miembros: un médico psicólogo, que trabaja en el NID hace más de 40 años, reúne mensualmente a los nuevos voluntarios.
También nos reunimos una vez al mes con el doctor, quienes estamos encargados de contactar a las mujeres.
El Padre Daniel, anima una reunión cada 6 semanas para todas las personas comprometidas en el NID, para compartir información, y para que reflexionemos y profundicemos sobre nuestra acción.
Es un apostolado que yo había comenzado en Nigeria, y que considero de suma inportancia, poder continuarlo aquí."





  


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