Olivia, de Douglas, Cork, estudiante de Leyes en UCC, hizo dos meses de voluntariado en Mwamapalala y en Bugisi, durante el pasado verano. Su primer contacto con el África, fue cuando trabajó con los Hermanos de San Juan de Dios en Sierra Leona, en el oeste de África.
"Pasé dos maravillosos meses en Tanzania,un país del que probablemente escucharon diversas historias.
Mi primer objetivo durante ese tiempo fue enseñar ingles y permanecer disponible para hacer todo lo que fuese necesario para ayudar en las comunidades que visitaba.
Recibí una cálida bienvenida de parte de las Hnas. Anne y Cassie, en el aeropuerto de Mwanza. La bienvenida se continuo cuando llegamos a la casa. Allí me esperaban las Hnas. Perpetua y Julia que estaban muy contentas de recibirme. Esto hizo que muy pronto me sintiera como en casa.
Fue un gran comienzo, y poco más tarde, me encontré aprendiendo las primeras palabras en Kishwahili. Pronto perdí el miedo del choque cultural y la nostalgia de mi casa.
Inmediatamente pude ver el inmenso trabajo cotidiano de las Hermanas en la clínica y en la escuela primaria y secundaria.
Además de esos espacios de trabajo, la presencia de ellas acompañando y guiando a la gente de las comunidades, es admirable.
Cada día, la Hna. Anne y yo, dimos cursos de inglés para los alumnos de la escuela primaria que justo estaban de vacaciones escolares.
El fin de semana,íbamos, fuera de la casa de las Hermanas, con los alumnos del colegio colegio secundario, para la lectura de textos en inglés.
Estaba muy entusiasmada porque iba a estar sola para los cursos, pero al mismo tiempo, me sentía nerviosa pensando en la calidad de mi enseñanza!
La hna. Anne me animaba, diciendo que estaría bien, y de hecho, lo estuve.
Una cosa que me impactó en Mwamapalala fue la calidez y la generosidad de la gente: cuando la Hna. Anne y yo visitamos a algunas personas que viven solas, encontramos, por ejemplo a Bernadette, una viuda anciana con un gran espíritu que me dio la bienvenida con abrazos y sonrisas. Otra mujer encantadora, que se gana la vida vendiendo nueces que ella misma cosecha, insistió en regalarnos tantas nueces como pudo meter en nuestras carteras, y lo ofreciò con total buena voluntad y una gran sonrisa! Me quedé abrumada por la generosidad de ésta mujer y me di cuenta de cuán apreciada es la Hna. Anne en esa comunidad.
Algo muy importante en la rutina cotidiana era la Misa matutina. Quedé maravillada con todos los cantos y me despertó un fuerte deseo de cambiar varias cosas de la Misa en mi país. La música estaba tan llena de vida que era una magnifica manera de comenzar cada día.
Cada tarde teníamos un momento de oración, otro hermoso aspecto de mis jornadas y algo que no olvidaré de éste viaje. Fui muy afortunada de poder compartir los tiempos de oración de las Hermanas. Ellas me dejaron en claro que debía sentirme libre de participar o no.
Después mirábamos los noticieros locales o alguna película. Las Hermanas fueron mi familia durante esos dos meses. Guardo hermosos recuerdos de ellas y de otras personas que encontrè en Mwamapalala.
La noche antes que partiera a Bugisi, tuvimos una gran fiesta! Celebramos el cumpleaños de la Hna. Anne, los 25 años de vida religiosa de la Hna. Julia y también mi cumpleaños número 18! Es una fiesta de cumpleaños que nunca olvidaré.
Las Hermanas de la comunidad de Bugisi hicieron todo para que me sienta a gusto con ellas. Las Hermanas Emanuela, Cecilia, Susana y Comfort, son mujeres especiales y con un gran corazón.
En Bugisi hay una escuela politécnica y una guardería y en ambas, tuve el placer de trabajar cada día.
Cada mañana recibía el saludo de los niños de la guardería: "Buen día Hermana!" Ellos son adorables y estaban ansiosos por aprender inglés.
El primer año del politécnico tiene jóvenes entre 19 y 21 años. Fue maravilloso ver cómo mejoraron su nivel de inglés en las últimas semanas.
Después del almuerzo, daba clases a dos alumnos que debían pasar exámenes.Nos hicimos amigos y sigo en contacto con ellos. Yo estaba muy emocionada de ver que mis clases les eran tan útiles en la preparación a sus exámenes.
Soy afortunada de haber encontrado personas tan maravillosas. Pude ver las diferencias entre mi vida y la vida de los jóvenes en Tanzania.
Tambìen tuve la oportunidad de pasar unos pocos días en la reserva natural de vida salvaje. Y por supuesto, es otro de los aspectos inolvidables de ésta experiencia."
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