Cuando era adolescente, veía a la Hermana enfermera, recorrer
mi pueblo mañana y tarde, domingo y feriados para ir a visitar, curar, aliviar,
poner inyecciones, ocuparse de los moribundos, de la iglesia y ….siempre
alegre. Entonces yo me decía: “Como se puede vivir así sin nada para sí, ni
tiempo, ni placeres? Un misterio y una locura!”
Años más tarde tuve la respuesta, cuando caí yo misma en “la
trampa de Dios”, pues siendo enfermera, crecía en mí un profundo deseo, cada
vez más fuerte, de entregarme completamente al servicio de los enfermos. Y la
sola respuesta radical a éste deseo, Dios me la mostró, aún a pesar mío.
Esta Religiosa, cuya vida me cuestionaba tanto, era la
heredera de una legión de consagradas y consagrados que forjaron nuestra historia
desde el tiempo de los primeros monjes y educadores.
Desde hace siglos, ellos construyeron escuelas, orfelinatos,
leprosarios, casa de acogida para los pobres y los enfermos de toda clase; en Europa,
en África, y todos los continentes.
Tantas obras que estuvieron al origen de nuestras sociedades
actuales!
En otras épocas, todo era visible. Hoy, ésta creación
continua invisible, pero siempre, generando vida. Esta vida que una parte de
nuestra sociedad juzga como innecesaria, pero que los consagrados y consagradas
siguen manteniendo para que nuestro mundo tenga vida. “Puestos aparte para la
Vida!”
Es por esto que la Hna. Paula, joven libanesa, trabaja en la
acogida de los refugiados que llegan a su país, mientras continua su misión en
el colegio de las Hermanas nsa, en Kab Elias (Líbano).
Es para dar vida a los leprosos, que la Hna. Etta, comparte
su vida con ellos y se preocupa por su salud, en Togo.
Es para dar vida en el silencio de lo cotidiano que tres de nuestras Hermanas
han abierto una comunidad en el barrio de Gerland en Lyon (Francia)
Es para tomar el relevo de la misión de las mayores que la
hna. Josefina Arthur, de origen ganeano, hace su Profesión Religiosa Definitiva
en nuestra Congregación de Hnas. Nsa, y vive la misión en Rillieux-la-Pape, en
Francia.
Hna. Cristiana Roussey, nsa.
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