La Hna. Monique Lacombe,nsa, participó del encuentro organizado por la CONFAR, sobre Justicia, Paz y Salvaguarda de la Creación donde se presentó y se reflexionó en torno a la Enciíclica "Laudato Si" del Papa Francisco.
La Hermana, hace un resumen de la presentación del artículo de Loeonardo Boff,, tal como lo presentaron en esa jornada.
La Hermana, hace un resumen de la presentación del artículo de Loeonardo Boff,, tal como lo presentaron en esa jornada.
Antes de
hacer cualquier comentario vale la
pena resaltar algunas singularidades de la encíclica” Laudito si “del Papa
Francisco.
Es la
primera vez que un Papa aborda
el tema de la ecología en el sentido de la ecología integral de forma
tan completa. Gran sorpresa: elabora el
tema dentro del nuevo paradigma ecológico, cosa que ningún documento oficial de
la ONU ha hecho hasta hoy. Fundamenta su discurso con los datos mas seguros de
las ciencias de la vida y de la Tierra. Lee los datos afectivamente, pues
discierne que detrás de ellos se esconde dramas humanos y mucho sufrimiento
también por parte de la madre Tierra. La situación actual es grave., pero
siempre el Papa encuentra razones para la esperanza y para confiar en que el ser humano puede encontrar soluciones
viables….
La
estructura de la encíclica obedece al ritual metodológico usado por nuestras iglesias y por la reflexión
teológica ligada a la práctica de
liberación, ahora asumida y consagrada por el Papa: ver, juzgar, actuar y
celebrar. Comienza revelando su
principal fuente de inspiración: san Francisco de Asis, al que llama
“ejemplo por excelencia de cuidado y de
una ecología integral, y que mostro una
atención especial por los más pobres y abandonados”( n°10 y66)
1° Y
entonces empieza con el Ver:
“ Lo que le está pasando a nuestra casa” (17-61) Afirma el Papa ”basta
mirar la realidad con sinceridad para ver que hay un gran deterioro de nuestra
casa común.” 61 En esta parte incorpora los datos más
consistentes referentes a los cambios climáticos 20-22, la cuestión del agua 27-31, la erosión de la biodiversidad 32-42, el deterioro de la calidad de la vida humana
y la degradación de la vida social
43-47, denuncia la alta tasa de
iniquidad planetaria, que afecta a tos
los ámbitos de la vida 48- 52, siendo los pobres las principales
vctimas-48. Hoy no podemos dejar de reconocer
que un verdadero planteo ecológico se convierte siempre en un planteo social,
que debe integrar la justicia en las discusiones sobre el ambiente, para
escuchar tanto el grito de la tierra como el grito de los pobres.-49. Después
añade: “el gemida de la hermana tierra
se une al gemido de los abandonados del mundo.-53. Esto es absolutamente coherente, pues al principio ha dicho que nosotros somos
Tierra. Gn2, 7. Muy en la línea del gran
cantor y poeta indígena argentino Atahualpa Yupanqui: “
El ser humano es Tierra que camina, que siente, que piensa y que ama.”
Condena la
propuesta de internacionalización de la Amazonia que solamente serviría a los intereses económicos de las multinacionales -38. Hace una afirmación de gran vigor
ético: ”es gravísima iniquidad obtener importantes beneficios haciendo pagar el
resto de la humanidad, presente y futura, los altísimos costos de la
degradación ambiental”-36.
Con
tristeza reconoce:” nunca habíamos
maltratado y lastimado a nuestra casa común como en los dos últimos siglos.”
-53. Frente a esta ofensiva humana contra la madre tierra que
muchos científicos han denunciado como
la inauguración de una nueva era
geológica- el antropoceno- lamenta
la debilidad de los poderes de este mundo que engañados “ piensan que todo puede continuar como
esta” como coartada para” mantener sus hábitos autodestructivos -59- con “un
comportamiento que parece suicida”-55.
Prudente
reconoce la diversidad de opiniones 60-61, y que” no hay una única vía de
solución” -60
Así y todo
es cierto que el sistema mundial es
insostenible desde diversos puntos de vista porque hemos dejado de pensar en
los fines de la acción humana -61 y nos
perdemos en la construcción de medios
destinados a la acumulación ilimitada a costa de la injusticia ecológica, y de la injusticia social. La humanidad
simplemente “ha defraudado las expectativas divinas.-61. El desafío urgente, entonces, consiste en
proteger nuestra casa común-13; y para eso, necesitamos, citando al Papa J. P. II “una conversión ecológica global-5, una cultura del cuidado que impregne toda la sociedad-231.
2°Realizada
la dimensión del ver, se impone ahora la dimensión del juzgar:
juzgar que es planteada en dos vertientes, una
científica y otra teológica.
Veamos a
científica. La encíclica dedica todo el tercer capítulo al análisis «de la raíz
humana de la crisis ecológica “-101-136
Aquí el papa se propone analizar la tecno ciencia sin prejuicios, acogiendo lo
que ha traído de “cosas realmente valiosas para mejorar la calidad de vida del
ser humano” -103. Pero este no es el problema, sino que se independizo,
sometió a la economía, a la política, y a la naturaleza en vista de la
acumulación de bienes materiales. La
tecno ciencia parte de una suposición
equivocada que es la disponibilidad infinita de los bienes del planeta.
-106. Cuando sabemos que ya hemos tocado los límites físicos de la
Tierra y que gran parte de los bienes y servicios no son renovable. La tecno
ciencia se ha vuelto tecnocracia, una verdadera dictadura con su lógica férrea
de dominio sobre todo y sobre todos-108.
La gran
ilusión, hoy dominante, reside en creer que con a tecno ciencia se pueden
resolver todos los problemas ecológicos. Esta es una idea engañosa porque
“implica aislar las cosas que están siempre conectadas.-111. En realidad, todo
está relacionado- 117, todo está en relación.-120. Una afirmación que recorre
todo el recogido de la encíclica como un ritornelo, pues es un concepto-clave
del nuevo paradigma contemporáneo. El gran límite de la tecnocracia está en el hecho de
“fragmentar los saberes y perder el sentido de totalidad.”-110. Lo peor es no
reconocer el valor propio de cada ser e incluso negar un valor peculiar al ser humano.-118.
El valor intrínseco
de cada ser, por minúsculo que sea, esta
destacado de manera permanente en la
encíclica-69, como lo hace la carta de
la Tierra. Negando este valor intrínseco estamos impidiendo que cada ser
comunique su mensaje y de gloria a Dios. -33
la mayor desviación producida por
la tecnocracia es el antropocentrismo. Este supone ilusoriamente que las cosas
solo tienen valor en la medida en que se
ordenan al uso humano, olvidando que su existencia vale por si misma.-33. Si es
verdad que todo está en relación, entonces” nosotros los seres humanos estamos
juntos como hermanos y hermanas y nos unimos con tierno cariño al hermano sol,
a la hermana luna, al hermano rio y a la madre Tierra.-92. Como podemos
pretender dominarlos y verlos bajo la óptica estrecha de la dominación? Todas las virtudes ecológicas-88 se
pierden por la voluntad de poder como dominación de los otros y de la
naturaleza. Vivimos una angustiante “pérdida del sentido de la vida y del deseo
de vivir juntos.”-110.
Cita algunas veces al teólogo italo-aleman Romano
Guardini (1885-1968) uno de los más leídos a mediados del siglo pasado, que
escribió un libro critico contra las pretensiones de la modernidad-105, nota 83 El ocaso de la
Edad Moderna:1958.
La otra
vertiente del juzgar es de corte teológico. La encíclica reserva un buen espacio al “evangelio de la
Creación -62-100. Parte justificando
el aporte de las religiones y del cristianismo,
pues siendo la crisis global, cada instancia debe, con su capital
religioso, contribuir al cuidado de la Tierra-62. No insiste en la doctrina sino en la sabiduría
presente en los distintos caminos espirituales. El cristianismo prefiere hablar
de creación en vez de naturaleza, pues
la “creación tiene que ver con un proyecto de amor de Dios.-76. Cita más de
una vez, un bello texto del libro de la Sabiduría(11, 24) donde aparece
claro que la creación pertenece al orden del amor”-77 , y que Dios es “ el señor amante de la
vida”( Sab 11, 24)
El texto
se abre a una visión evolucionista del
universo sin usar esa palabra, hace un
circunloquio al referirse al universo” compuesto por sistemas abiertos que entran en comunión unos con otros. “79.Utiliza
los principales textos que ligan a
Cristo encarnado y resucitado con el mundo y con todo el universo, sea relación haciendo sagrada la matera y toda la Tierra-83. Y en
este contexto cita a Theillard de
Chardin(1881-1955= como precursor de esta visión cósmica. El hecho de que Dios-
Trinidad sea relación de divinas
personas tiene como consecuencia que
todas las cosas en relación sean resonancias de la Trinidad Divina.-240. Citando al patriarca Ecuménico de la Iglesia
ortodoxa, Bartolomeo “reconoce que los
pecados contra la creación son
pecados contra Dios. De aquí, la
urgencia de una conversión ecológica colectiva
que rehaga la armonía perdida
La
encíclica concluye esta parte acertadamente: “ el análisis mostró la necesidad
de un cambio de rumbo…debemos salir de la espiral de autodestrucción en la que
nos estamos hundiendo.”-163. No se trata de una reforma sino, citando la Carta
de la Tierra, de buscar Un nuevo comienzo.”- 207. La interdependencia de todos con todos
nos lleva a pensar en
“un solo mundo con un proyecto común. -164. Ya que la realidad
presenta múltiples aspectos, todos
íntimamente relacionados, el Papa Francisco propone una ecología integral que
va más allá de la
ecología ambiental a la que
estamos acostumbrados.-137. Ella cubre
todos les campos, el ambiental, el económico, el social, el cultural, y también
la vida cotidiana.-147-148. Nunca olvida a los pobres que testimonian también
su forma de ecología humana y social,
viviendo lazos de pertenencia y de solidaridad de los unos con los otros. –
149.
3) El
tercer paso metodológico es el actuar.
En esta parte, la encíclica se tiene a los grandes temas de la política
internacional, nacional y local-164-181. Subraya la interdependencia de lo
social y de lo educacional con lo ecológico y constata lamentablemente las dificultades que trae el
predominio de la tecnocracia, dificultando los cambios que refrenen la
voracidad de acumulación Y de consumo, y que puedan inaugurar lo nuevo.-141.
Retoma el
tema de la economía y de la política que deben servir al bien común y a crear
condiciones para una plenitud humana posible – 189-198. Vuelve a insistir en el
dialogo entre la ciencia y la religión, como viene siendo sugerido por el gran biólogo Edward O.
Wilson. Todas las religiones “deben buscar el cuidado de la naturaleza y
la defensa de los pobres. -201.
Todavía en
el aspecto del actuar desafía en la educación en el sentido de crear una
ciudadanía ecológica-211 y un nuevo
estilo de vida, asentado sobre el cuidado, la compasión, la sobriedad
compartida, la alianza entre la humanidad
y el ambiente, pues ambos están umbilicalmente ligados, la corresponsabilidad
por todo lo que existe y vive y por nuestro destino común. -203-208.
4°
Finalmente, el momento de celebrar.
La
celebración se realiza en un contexto
de” conversión ecológica” -216. Que implica una espiritualidad ecológica. Esta
se deriva no tanto de las doctrinas
teológicas sino de las motivaciones que la fe suscita para cuidar de la casa
común y alimentar una pasión por el cuidado del mundo.-216. Tal vivencia es
antes una mística que moviliza a las
personas a vivir el equilibrio ecológico, “el interior consigo mismo, el
solidario con los otros, el natural con
todos los seres vivos y el espiritual con Dios.-210. Ahí aparece como verdadero que “lo menos es más” y que podemos
ser felices con poco. .En el sentido de la celebración “ el mundo
es algo más que un problema a resolver, es un misterio gozoso que
contemplamos con jubilosa alabanza. -12
El
espíritu tierno y fraterno de San
francisco de Asis atraviesa todo el texto de la encíclica Láudate Si. La
situación actual no significa una tragedia
anunciada, sino un desafío para que cuidemos la casa común y unos de
otros. Hay en el texto levedad, poesía y alegría en el espíritu y
indestructible esperanza en que si grande es la amenaza, mayor aun es la
oportunidad de solución de nuestros
problemas ecológicos. Termina poéticamente” Mas allá del sol” con estas
palabras: Caminemos cantando. Que nuestras luchas y nuestra preocupación por este
planeta no nos quiten la alegría de la esperanza. -244.
Me gustaría
acabar con las palabras finales de la carta de la Tierra que el mismo
Papa cita -207.” “Que nuestro tiempo se
recuerde por despertar a una nueva reverencia ante la vida, por la firme resolución de alcanzar la
sostenibilidad, por acelerar la lucha
por la lucha por la justicia y la paz, y por la alegre celebración de la vida”
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