El lunes
4 de septiembre 1995, una vez más, el Padre Christophe anota en su diario:
“Por la noche, antes de comenzar el Oficio, Christian
nos comunica que dos de nuestras hermanas, Bibiane y Angela M., han sido
asesinadas en la tarde del Domingo, en Belcourt, a la salida de la Misa. Yo leo
y releo el Apocalipsis. En marcha lector. Si, es de ti, Cordero vencedor y
degollado, de quien se trata. De ti que vienes sin demora. Y yo quisiera ser
tomado por tu movimiento de vida donada”.
Y al día
siguiente continua su anotación:
Este anuncio en la noche continúa hablándome:
Descubrimiento de Jesucristo, revelación de Tí: “Dos de nuestras hermanas,
Bibiane y Angela M....” ha dicho Christian, que sin duda había dormido poco. Si
entre nuestras hermanas, dos, más particularmente hermanas en el Amor
crucificado.
(pag. 96, Martirio y Consagración, Dom Bernardo Olivera,
o.c.s.o.)
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