VIDEO: El cantante Grégory Turpin regresa de un viaje al Kurdistan irakí, donde dio una serie de conciertos en los campos de refugiados cristianos.
Par JUDIKAEL HIREL
Le Point.fr :por qué ir a cantar en el Kurdistan irakí ?
Grégory Turpin : porque es necesario hablar del coraje de este pueblo. Para mí, fue la ocasión de descubrir el rostro de quienes perdieron todo. Para nosotros, ellos son un testimonio de coraje, de fe y un modelo de paz.
Cómo hacer para organizar un viaje a Irak, hoy?
Yo me preguntaba qué podría hacer por los cristianos de Irak, y entonces supe que quería estar con ellos. Busqué cómo ir, me informé con gente que conoce bien el país. Encontré a Faraj-Benoît Camurat, que creó la asociación "Fraternidad en Irak". Sus voluntarios están sobre el terreno desde hace cuatro años, ayudando, llevando medicamentos, etc. Ellos aportan sobre todo una presencia, una cercanía a éste pueblo que sufre. La primera reacción de los irakíes es de mucha emoción al ver que nos interesamos por ellos, que queremos estar con ellos. También está toda la misión humanitaria. Por ejemplo, "Fraternité en Irak" llevó un camión cisterna a los refugiados del campo de Ankawa Mall en Erbil. Pero yo fui a compartir la vida con ellos, fui a visitarlos, a escucharlos, a beber el té que ellos nos ofrecen. Su sentido de la acogida es increíble. Es muy emocionante...no tienen nada, pero quieren compartir algo con quienes los visitan!
Vos pudiste brindar conciertos en cinco ciudades del Kurdistan irakí. Qué pudiste percibir?
La realidad es muy distinta entre una ciudad y otra, y según la proximidad a Daesh. El Estado Islámico no está lejos de algunas de las ciudades que visitamos. Monseñor Moushi, arzobispo de Mossoul, refugiado en Erbil, es responsable de 12 000 familias cristianas refugiadas.Tuvimos la suerte de poder contactar a todas éstas personas y organizaciones para poder entrar al país. De otra manera, hubiera sido imprudente hacer un viaje sin contar con ésta ayuda.
Fuimos a Souleymania, en el sur, y a Al Qosh, en el norte, a diez kilómetros del frente, la última ciudad cristiana. La presencia militar, genera un ambiente especial. Se percibe que la gente vive atemorizada, con miedo a lo que pueda suceder de un momento al otro. En Kirkouk, los djihadistes están a unos veinte kilómetros de la ciudad.
Cómo reaccionaron los refugiados ante tu presencia: un cantante cristiano que desde París, va para cantar para ellos?
Lo vivieron como un momento de recreación. En ésta situación que viven, es importante poder compartir. Algunos pudieron encontrar un trabajo y reorganizar sus vidas. Pero eso significa que ya no volverán a sus hogares. Ellos esperan, a pesar de que no hay una visión de futuro. Con aquellas familias que pude hablar, sentí el miedo que los habita. Pero lo que es más impresionante, es que no existe el odio en sus palabras. En lo que a mí respecta, ir a su encuentro y cantar para ellos, es brindarles un espacio de paz, de alegría. Y ahora que comienzo una gira, hasta junio, en que actuaré en el Olympia, como no hablar de ellos? cómo no darles un espacio? Ellos nos enseñan a apreciar todo lo que tenemos...porque ellos saben por experiencia propia que todo se puede perder en un instante.
No te parece que se hace muy poco por ellos? Acaso es porque son cristianos?
Precisamente, nos sensibilizamos de su situación porque son cristianos. Pero, son numerosas las guerras que los mass media no nos muestran. Sobre el terreno, una asociación como "Fraternité en Irak", no sólo ayuda a los cristianos, sino también a las otras minorías como a los Yézidis. Cuando me fui, me preguntaba qué podría hacer concretamente por ellos para ayudarlos? Y me di cuenta que tanto yo como todos, tenemos la responsabilidad de hablar de ellos. Ser testigos es lo menos que podemos hacer.
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