lunes, 1 de junio de 2015

TODAVIA SE NECESITAN MISIONEROS Y MISIONERAS!

INTRODUCCIÓN
Hoy el Evangelio nos recuerda el mandato misionero de Cristo resucitado, antes de su Ascensión a los cielos: “Vayan y proclamen la Buena Noticia a toda la creación.”( Mateo 28, 19)
La Misión, tal como el Papa Francisco nos recuerda, concierne y debe preocupar a  cada bautizado, miembro de la Iglesia.
La iglesia, nos dice el Papa, es la comunidad misionera de los discípulos de Cristo que anuncia la Buena Noticia de Cristo a todos, especialmente a quienes más lo necesitan. Si la Iglesia dejase de ser misionera, no sería la Iglesia de Cristo, sino una entidad solidaria, un grupo de personas que tienen ideas afines y que disfrutan de la compañía de unos y otros. Emil Brunner (el gran teólogo Protestante) dijo en una frase memorable: “La Iglesia existe para la misión del mismo modo que el fuego existe para quemar.”
LA VOCACION ESPECIAL DE LOS MISIONEROS Y MISIONERAS
Sin embargo, cuando hablamos de Misión, necesitamos distinguir entre misión en el sentido general, y Misión en un sentido bastante específico.
Misión en un sentido general, significa testimoniar a Cristo y su evangelio allí donde se está. Es algo a lo que están llamados todos los bautizados.
Pero dentro de la Iglesia, hay también una Misión muy específica a las naciones, hacia aquellos que aún no escucharon hablar de Cristo y no lo conocen aún, aquellos que están en otras culturas y religiones. Esta Misión específica está basada en el mandato misionero de Cristo Resucitado: “Vayan y proclamen el Evangelio a todos los pueblos.”
En los tiempos del Nuevo Testamento, San Pablo, es el ejemplo más representativo de ésta vocación especial. Él fue elegido por Dios para portar el Evangelio a los que en su época se llamaban “paganos”, y esto lo llevó a realizar un viaje desde Damasco a Roma.
La Sociedad de Misiones Africanas es una sociedad internacional de misioneros fundada hace 159 años por Merchior de Marion Brésillac, obispo francés, para anunciar el Evangelio a los pueblos de África. Nuestro Fundador puso a la Sociedad bajo la protección de Nuestra Señora. Es por eso que invocamos a María pidiéndole su intercesión y ayuda para ser fieles a las exigencias de la Misión hoy.

A veces escuchamos algunas personas decir que toda la humanidad ya conoce a Cristo y que por lo tanto no es necesaria ésta especial vocación misionera. Pero eso no es verdad.
El papa Juan pablo II, en su Encíclica “La misión del Redentor”, dice que la Misión aún está en sus inicios pues hay todavía muchas personas en el mundo, que no conocen a Cristo y que nunca escucharon hablar de El.
La Iglesia aún necesita de Misioneros y Misioneras a vida que estén dispuestos a dejar sus propias culturas para compartir su fe en Cristo con quienes aún no lo conocen.
NUEVOS DESAFIOS
El Papa también llamó a los misioneros a “leer el signo de los tiempos” y responder a los nuevos desafíos de la misión hoy, como por ejemplo: los refugiados y personas desplazadas, los que viven en las grandes urbes, entrar en el mundo de la cultura de los jóvenes, el mundo de los mass media, llevar reconciliación y consuelo a los lugares donde hay conflictos y violencia, salvaguardar la creación.
El urgió a los Misioneros y Misioneras tales como los misioneros de Misiones Africanas (sma) y las Hermanas Misioneras de Nuestra Señora de los Apóstoles (nsa) a no desanimarse, antes bien, renovar la gracia de sus carismas fundacionales y asumir nuevos y audaces compromisos de manera que el Reino de Dios de justicia, paz, amor y verdad se haga realidad en nuestro mundo de hoy.
CAMBIOS
Desde que soy miembro de la sma en 1965, se dieron muchos cambios en la manera de comprender y realizar la Misión.
Ya no es una misión de Norte a Sur o del Oeste al Este, desde las supuestas tierras cristianas hacia los países con pueblos “paganos” y tampoco es un proceso en un único sentido (si alguna vez realmente lo fue). Hoy la Misión es tanto dar como recibir,  y se vive en situaciones marcadas por una pluralidad religiosa y cultural que los misioneros deben respetar.
Podemos decir entonces, que los misioneros y misioneras del siglo XXI representan un marcado cambio en el eje global de la Iglesia de Europa y América del norte, con respecto a Asia, África y las otras Américas, y esto constituye uno de los signos de los tiempos.
Mientras que el impulso de la Iglesia ha decaído mucho en el hemisferio norte, las jóvenes iglesias de África, Asia y América del Sur, son vibrantes y misioneras. Ciertamente, la mayoría de los Misioneros, en la actualidad, provienen de esas Iglesias. Mi propia familia misionera, la Sociedad de Misiones Africanas, es un ejemplo de esto. El 80% de nuestras vocaciones provienen del continente africano. En una década o dos la sma estará formada predominantemente por africanos viviendo y trabajando en comunidades internacionales y pluriculturales. Prácticamente todas las sociedades y congregaciones internacionales están experimentando la misma tendencia.
 Otra realidad significativa, y uno de los frutos del Concilio Vaticano II, es la creciente actividad y compromiso de los laicos y laicas en la misión, ya sea como asociados o como voluntarios. Este es sin duda uno de los signos de los tiempos más esperanzadores, a través del cual se mantiene vivo el espíritu misionero en la Iglesia de Europa.
Invocamos a María, nuestra Madre Misionera, para que nos ayude a continuar la Misión de su Hijo, para ser fieles testigos y dar mucho fruto, especialmente entre los pueblos de África, para que el Reino de Dios se haga realidad y su voluntad se realice en el cielo y en la tierra.

                            Padre Michael McCabe, sma, responsable de Irlanda. 

Resumen de la homilía durante el 3º día de la Novena de Nuestra Señora, que concluye con la habitual peregrinación nacional de la sma hasta el santuario de Nuestra Señora de Knock el 23 de mayo 2015.
http://www.sma.ie/news-module/1717-the-world-still-needs-missionaries-novena-homily

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