sábado, 20 de febrero de 2016

¿EN QUE CONSISTE LA MISION EN ARGELIA?

La Hna. Lucía, es de Benín, y fue enviada de misión a Argelia. Ella coordina la pastoral de la diócesis de Orán. Sólo pueden seguir el catecumenado para formarse como cristianos/as, son los extranjeros del Africa Subsahariana. Siendo Argelia, un país musulmán, no se permiten las conversiones de los argelinos/as a ninguna religión que no sea el islam.


En general, toda persona enviada en misión a Argelia, es confrontada a ésta pregunta. Sobre todo, cuando se trata de jóvenes misioneras/os. 
¿Por qué Argelia? ¿Qué vas a hacer allá?
Son las preguntas lógicas que surgen a nuestra familia, amigos y amigas; y que necesitan tener una respuesta. 
Sin embargo, hay mucho por hacer siempre y cuando se tenga paciencia, se tenga gran disponibilidad y se deje guiar por Dios para descubrir su voluntad, que tiene un proyecto para permitirnos participar de su misión...ésta misión que EL quiere confiarnos, tal vez sea totalmente diferente de lo que nosotros imaginamos o planeamos.
Para trabajar en el campo del Señor, que está en Argelia, según mi parecer, lo primero necesario, es entrar en la sintonía de la simplicidad y de la gratuidad. Es decir, comprender y aceptar que es una realidad de misión muy distinta a lo que estamos acostumbradas, y a la que necesitamos adaptarnos. 
No es un lugar donde podemos hablar abiertamente de Jesucristo, Hijo de Dios; no es un lugar donde podemos hacer lo que deseamos. Es un lugar de re adaptación permanente.
Quisiera compartirles algo de mi primera experiencia como coordinadora de la pastoral catequética en la diócesis de Orán. Mi primer trabajo fue visitar las parroquias de la diócesis para tener una idea de lo ya se estaba haciendo en el camino catecumenal, evaluar y hacer propuestas para continuar el camino.
El catecumenado es un itinerario que lleva al catecúmeno a descubrir a Cristo. Y es un camino diferente para cada persona que encuentro. De ésta primera experiencia, descubro que es hermoso recorrer éste camino junto a los catecúmenos, ya que es Cristo mismo el que en realidad acompaña a cada uno y cada una; y lo hace de una manera única, particular.
Con los que se preparaban para el Bautismo, que sería durante la Vigilia Pascual, fuimos al sur de Argelia, a esta vasta extensión de tierra donde la vista se pierde en el horizonte, para hacer la experiencia del desierto en el seguimiento de Cristo y permitir así, a cada uno/una, de encontrar a su manera, su propio desierto, ese lugar donde se libran dos batallas: Porque el desierto es el lugar donde se escuchan dos voces: la voz de Dios y la voz del tentador. El desierto representa nuestra elección cotidiana entre el bien y el mal.
                                             
                                                          Hna. Lucia, nsa

Artículo traducido del boletín de las Hnas. nsa en Argelia: "Fenêtre Ouverte", Noviembre 2015


      
                                                     

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