domingo, 6 de marzo de 2016

LA MISION EN "SILLON DE BRETAGNE", DIÓCESIS DE NANTES, FRANCIA.(1)

Nuestra congregación aceptó la invitación de insertarse en la díocesis de Nantes, en Sillon de Bretagne, un barrio muy particular de San Herblain, en las afueras de Nantes, constituído sobre todo pour un gigantesco edificio de 622 departamentos, con 2180 habitantes de unas 40 nacionalidades (sobre todo, de Africa del Norte y Africa subsahariana). http://www.ouest-france.fr/pays-de-la-loire/nantes-44000/le-quartier-sillon-de-bretagne-hier-et-aujourdhui-1337373
Un tercio de familias monoparentales, el 40 % de la población de menos de 65 años vive por debajo del nivel de pobreza; 8 personas sobre 10 viven con el RSA.
La presencia y la acción de la parroquia es muy intensa y variada, y busca ser lugar de encuentro, de comunicación y de comunión.
La presencia de las Hermanas nsa está llamada a ser y ofrecer un testimomonio de proximidad, en ese medio multicultural, multireligioso, con una fuerte presencia musulmana y una mayoría de personas que viven realidades muy complejas. 
Desde nuestra llegada en septiembre del 2015, vivimos en una casa de la parroquia,  y esperamos encontrar un departamente el el Sillon de Bretagne. 
Somos una comunidad de cuatro Hermanas nsa: Suzanne, de Costa de Marfil; Elyanne, de Benín; Thérèse y Lynn, de Francia.
Nuestra inserción se hace progresivamente, ya que hay que descubrir la realidad en la que nos insertamos, la parroquia y todas sus actividades. El recibimiento cálido y fraterno de los agentes pastorales y parroquianos, nos ayuda y nos da confianza.

Éste es el testimonio de la Hna. Suzanne Yeboua:

-"Qué bienvenida tan cálida recibimos en la parroquia!  
Inmediatamente nos comenzamos a insertar en las actividades parroquiales que nos proponían como también en el centro socio-cultural. 
El recibimiento y el dinamismo de los laicos y del cura párroco, nos ayudaron a pasar rápidamente de Africa a Francia!

Estos lugares simples y llenos de alegría, reciben personas de diversa condición social, y diversas nacionalidades, sin olvidar a los adultos mayores que viven solos o están jubilados: ellos se encuentran para llenar sus soledad, vivir momentos fraternos y construir nuevas amistades. 
Lo que más me llama la atención en éstos grupos es la sencillez, la capacidad de escucha, el compartir con los más necesitados o con quienes cargan las heridas de las diversas experiencias de vida. 

Por otra parte, la parroquia me pidió, desde noviembre del 2015, de acompañar la catequesis de los niños/niñas, para reemplazar de éste modo a la catequista que está con licencia por maternidad. 
Y es para mí, otra experiencia parroquial. Aprendo la manera en que aquí se preparan los encuentros de catequesis, las diferentes etapas de la preparación de los niños. Tratamos de crear lazos con las familias de los niños y niñas para que se conozcan entre ellas, y preparamos juntos las celebraciones eucarísticas. Esto me permitió conocer tambíen las diferentes actividades de la Acción Católica y de la Infancia Misionera. 

Recibí oficialmente mi carta de Misión, el domingo del Bautismo del Señor.
Estoy contenta de descubrir una comunidad con laicos comprometidos en una iglesia abierta y dinámica. "

Artículo traducido del boletín de las Hermanas nsa de Francia: "En Correspondance", nº 41 de febrero 2016.

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