Hoy, 8 de diciembre, la Sociedad de Misiones Africanas (sma) celebra el 160 aniversario de fundación.
Queríamos celebrarlo en Freetown (Sierra Leona), lugar fuertemente simbólico para la sma, ya que es el lugar en que murió nuestro Fundador, Monseñor de Brésillac. Apenas llegado al continente, él ofreció su vida por los africanos.
Tenemos un pasaje de avión para el 9 de diciembre: el domingo, celebraremos éste aniversario en Freetown!
El lunes pasado fue una jornada fuerte, con hermosos testimonios.
Fuimos al hospital San José, para encontrarnos con la Hermana Helena, una sobreviviente de la epidemia del Ebola. Este hospital perdió a varios de sus trabajadores: los médicos y enfermeras que recibieron a los primeros casos de Ebola, fallecieron, víctimas de ésta enfermedad.
La Hna. Helena, liberiana, regresó a su país para sus Votos. La epidemia ya había comenzado. Al descender del avión, ella no pudo abrazar a su familia, a pesar de que no los veía desde hacía siete largos años!
En el hospital, se contagió con el virus, por lo que fue aislada y una muerte inminente la amenazaba. En su mente daban vuelta muchos pensamientos contradictorios, que se enfrentaban unos con otros, antes de poder aceptar la posiblidad de morir sirviendo a sus hermanos y hermanas. Se siente una gran emoción en su voz, al evocar aquellos instantes, y a las personas que fallecieron a causa de la enfermedad. Con mucha sencillez, ella nos compartió su experiencia.
También encontramos a la Hermana Bárbara, encargada del programa sanitario para luchar contre éste epidemia. Una vez que la epidemia terminó, todos se van relajando poco a poco. Sin embargo, el paso del Ebola, dejó algunas costumbres, como controlar la temperatura y lavarse bien las manos con agua con unas gotas de lavandina.
En lo de Garry, a todos los niños alojados en la misión, se les controla la temperatura antes de ser enviados a la escuela.
Uno de los controles en la ruta que viene desde Sierra Leona, obliga a lavarse las manos y controlar la temperatura.
Estos gestos profilácticos, previenen no solamente el virus del Ebola, sino que también hizo retroceder la epidemia de cólera, tan común en éste país.
Ayer fuimos a uno de los mercados en la capital. Este tiene la particularidad de extenderse sobre uno o dos kilómetros a lo largo de la ruta. Muchos colores y ruido. Aquí se encuentra de todo. Se pueden ver muchos vendedores ambulantes, algunos con no más que tres escobas para vender. La mayoría de los stands son pequeños carritos, muy prácticos para desplazar la mercadería al mismo tiempo que se hace la publicidad de la misma.
Y finalmente, nos encontramos en las vísperas de nuestro viaje a Sierra Leona. El 15 de diciembre, retornaremos a Liberia, pero por vía terrestre hasta Foya, donde nos esperará Éric Aka, quien tanto ayudó a las población diezmada por el virus del Ébola.
El 8 de diciembre en Lyon, es la fiesta de las luces. En Monrovia hay poca luz. Es Costa de Marfil quien provee de electricidad a Liberia. La señalización de las calles es directamente alimentada por paneles solares, lo mismo que las luces de una larga avenida.
Son las seis de la mañana, el grupo electrógeno acaba de detenerse, voy a continuar escribiendo éste mensaje con la ayuda de mi linterna.
Felicidades para todos!
Padre Gérard Sagnol, sma
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