El 10 de septiembre 2014, tuve la suerte de partir a Gana con la hna. Rachel Hohmann, mi "fiel e incansable traductora", para representar a la Provincia nsa de Francia, y ser testigo del compromiso definitivo en nuestra Congregación, de la Hna. Joséphine Arthur.
Partimos de Lyon, vía Francfort, con destino a Accra, en Gana. Un viaje agradable, sin problemas. Aproximadamente a las 19 hs., hora local, el avión vuela sobre Accra, capital de Gana. Los motores cambiaron su velocidad y podíamos distinguir y admirar por la ventanilla, éste inmenso y maravilloso mar de luces que delimitan los barrios y nos muestra la extensión de una ciudad bien plantada y acogedora. En el hall de salida, hay un control sanitario: control de la temperatura de todos los pasajeros, a causa del Ebola. En la aduana, los gestos del aduanero nos indican de pasar apurarnos...
Afuera, nos esperaban las Hnas: Elizabeth, Responsable de Gana, Benedicta y el chofer. Cuánta emoción! Ya estamos en Gana, lugar del encuentro: "Welcome, Welcome Sisters ».
Comienza el descubrimiento de la realidad de la lengua, es cierto, que muchas cosas escaparon a mi comprensión pero hay muchas y diversas maneras de hablar y expresarse, de escuchar, de interesarse, de mirar al otro, a los otros.
El chofer tomó la ruta, y condujo 250 km en plena noche, hacia Cape Coast. No es fácil abrirse camino entre tantos autos, motos, bicicletas, peatones, para salir de la ciudad, pero nuestro chofer es un as del volante. Tranquilo y confiado va conduciéndonos a través de los pueblos y ciudades donde podíamos distinguir las lucecitas indicando una casa o un puesto callejero de venta de productos locales: banana, ananá, etc.
Transitar y descubrir Gana durante la noche tiene un encanto especial, y muestra la vitalidad de la gente que hasta muy tarde, venden todo tipo de productos.
En la casa, las Hermanas nos estaban esperando. El encuentro se produjo en torno a una muy buena comida que ellas prepararon. Luego, fuimos hacia el centro de espiritualidad de los Jesuitas, para acompañar a Lydia, Hélène et Joséphine que permanecerían allí para prepararse en el silencio y la oración, a la nueva etapa que estaban por comenzar en sus vidas de mujeres consagradas.
A nuestro regreso, pudimos colaborar en la preparación de algunos detalles de la fiesta: decorar los canastos con los frutos de la tierra que serían presentados como ofrenda durante la celebración litúrgica. Me gustó poder vivir y compartir con mis Hermanas, risas, alegría, creatividad, donde cada una podía hacer su aporte personal.
Y por fin, llega el día esperado!! Hermanas, sacerdotes, obispos, seminaristas, el pueblo de Dios, las familias de Joséphine, Hélène et Lydia, todos están presentes para la gran fiesta que está comenzando.
Rostros llenos de alegría ropa de colores brillantes, la belleza resplandece por todos lados.
Comienza la celebración litúrgica: los padres de las tres Hermanas las acompañan hasta el altar, y después del llamado del obispo, ellas dejan a sus familias para unirse al grupo de Hermanas representando nuestra Congregación. Un momento fuerte, un signo profundo, que habla de la vocación y misión a la que fueron llamadas.
Otro momento emotivo es cuando cada una de ellas presenta el símbolo que eligió:
- Josephine eligió el símbolo de la jarra, para expresar su total confianza en Dios que es el alfarero: "Somos la arcilla, el trabajo de sus manos, su amor nos modela."
Luego, la Hna. Denise, Consejera General, llama a cada una de las tres Hermanas y entabla con ellas un diálogo, antes de que pronuncien su compromiso definitivo en el Instituto.
La invocación al Espíritu Santo, cantada por toda la asamblea, al ritmo de los tambores, nos hace sentir la fuerza de la fe de todos, que acompaña y sostiene a nuestras Hermanas.
Una celebración hermosa, orante, ritmada por momentos de baile que acompañan la procesión de ofrendas, y la limosna.
Todos tomados por la intensidad de la celebración, que no vimos pasar el tiempo. Nosotras, Hermanas nsa, sus familias, amigos, todos estábamos contentos de verlas tan felices. Es un tiempo fuerte de paz, de serenidad y de mucha emoción, un momento de gracia.
Luego siguen las numerosas felicitaciones y el dinamismo de las Hnas. nsa expresado en la alegría de la danza.
La fiesta se continúa con una copiosa y tradicional comida festiva, en un salón magníficamente decorado en azul y blanco.
También recuerdo la Misa de acción de gracias en Acra, en la Parroquia de la Hna. Joséphine. Momento fuerte de oración y agradecimiento al Señor por la vocación de Joséphine.
Junto con su padre, ella presentó el pan y vino durante el ofertorio. Un hermoso gesto para volver a ofrecer a Joséphine al Señor.
Tuve la gran suerte de vivir éste momento de gracia junto a Joséphine. la Hna. Victoria, que vino de Nigeria con Lucie, su cuñada, la Hna. Rachel, las Hermanas de Gana, la familia de Joséphine, los amigos.
Más tarde, por gentileza de nuestras Hermanas, a través de distintos paseos, pudimos descubrir un poquito más las riquezas del país, el trabajo de todo el pueblo ganeano y el apostolado de nuestras Hermanas.
Pese a que no hablo inglés, Gana a ganado un lugar en mi corazón. Como dice el Principito: "Lo esencial es invisible a los ojos, sólo vemos con el corazón."
Traducido del Boletín nsa de Francia, "France Horizon". diciembre 2014.