viernes, 25 de noviembre de 2016

NOTICIAS DESDE GENOVA.


Hola a todos!..Finalmente, aquí estamos para darles algunas noticias de nuestra comunidad de Génova. Pero ya saben, que cuando se comienza una misión, hay muy poco para decir, sin embargo hay mucho para mirar, escuchar y tratar de comprender.
Vamos a compartir algunas cosas de nuestra vida, y confiamos en que ustedes rezan por nosotras.
Esta es la verdadera comunión fraterna: sentirnos unidos aunque estemos en caminos muy distintos. Unidos porque es la misma misión que nos anima: "Vayan y anuncien".

Llegué a Génova en noviembre del 2015...mucho?..poco? Lo que sí puedo decirles es que trato de conocer ésta tierra, su iglesia local; su gente que cruzo cada día en las calles, en las casas, en el puerto... 
Tanta gente de raza y religión diversas,  de cultura y de historia diferentes, pero todos hermanos y hermanas que buscan simplemente, ser escuchados con un poco de amor. 
Y éste Año de la Misericordia (que recién termina), nos ayudó a todos, a mirar la realidad de una manera diferente. Porque sólo la misericordia debe ser aceptada y compartida. 

Leíamos días atrás, que el novecientos fue "el siglo de los refugiados". Un fenómeno que comenzó a grosso modo, con la Primera Guerra Mundial y llega hasta nuestros días, con su respectiva carga de opresión, sufrimiento y violencia.
Y la Iglesia, a través del Papa Francisco, y aquí, a través del Cardenal Bagnasco, invita continuamente a mirar a la persona tal como se presenta ante nosotros, con sus alegrías y sufrimientos, y con esa persona, recorrer un pedazo de camino; escucharse y ayudarse.
El Papa Francisco, en éste sentido, dirigió palabras que iluminan la realidad de los refugiados: "Queridos amigos, no se olviden del cuerpo de Cristo, presente en los refugiados. Su cuerpo es el cuerpo de Cristo."
Aquí en Génova, ofrecemos lo que somos y lo poco que sabemos hacer,  para ponernos al servicio de nuestros hermanos y hermanas provenientes de diversos países. 
En la cantina de San Egidio, encontramos unos 400 personas que llegan en busca de un plato de comida caliente, pero en realidad, buscan más que eso. Es también el momento de re encontrarse con amigos, de sentarse y charlar, intercambiar aunque sea algunas palabras con nosotras y los demás voluntarios. 
Hacía tanto que no escuchaba éste saludo: "Sea alabado Jesucristo"! Algunos toman nuestra mano y la besan, en signo de respeto a Cristo, a quien nosotras estamos consagradas!
Cuántas historias de sufrimiento se comparten! o simplemente, disfrutamos de encontrarnos!
Con los migrantes, los momentos de la Misa y otras oraciones, son los más importantes, en que compartimos la fe y las diversas experiencias de vida.

 Conocimos 25 jóvenes mujeres, la mayoría, originarias de Nigeria, otras de Gana, Costa de Marfil y Camerún. Solicitaron asilo y fueron acogidas en una casa de las Hermanas Gianellinas. Todas ellas desean encontrar trabajo. En colaboración con el CIF (Centro Italiano Femenino), tenemos jornadas y diversas actividades . A veces organizamos algún momento para cantar juntas, o mirar una película y debatirla. 
Pequeñas cosas, pero que pueden ayudarlas a ver que la vida es bella, y vale la pena vivirla, y es importante hacer buenas opciones. 

La cárcel es otro lugar que ofrece la ocasión de estar con quienes sufren en la soledad de una celda. Tenemos el permiso de visitar la cárcel de Pontedesimo, en la periferia de Génova. Es una cárcel para hombres y mujeres. 
Con el capellán y otros voluntarios, vamos cada sábado para celebrar la Misa. Les aseguro que es emocionante compartir con ellos, y no es fácil ver las lágrimas recorriendo sus mejillas. 
Antes de Pascua, fuimos invitadas para bendecir las celdas. Nos esperaban: algunos con sus Biblias en la mano, otros, con frases donde decían, por ejemplo que rezaba el Rosario, cada día.
Un hombre se conmovió mucho y comenzó a llorar.

También estamos insertas y colaboramos con la Parroquia Santa María del Castillo, junto a los Padres de la Sociedad de Misiones Africanas (sma), para anunciar el Evangelio a través de las obras parroquiales: Misa, catequesis, encuentros varios, coros!!
Estamos buscando un lugar donde podamos acercarnos a las mujeres que están en las calles, en situación de prostitución. 
Las vemos en las calles: muchas son extranjeras, pero también hay italianas. 
Algunas ya conocen el CIF: vienen a retirar la bolsa con alimentos. Es la oportunidad de hablarles y pedir ayuda. 
Hablando con otros voluntarios del CIF, compartíamos la misma tristeza de ver que tenemos la sensación de no hacer casi nada por ésta mujeres en situación de calle. Pero nos decimos una y otra vez, que las llevamos a ellas y sus historias de vida, en nuestros corazón. Y ellas saben, que si un día están en una situación trágica, y necesitan ayuda, saben que estamos dispuestas a recibirlas y escucharlas. 

Nos detemos aquí. Estamos en los inicios de ésta nueva misión. Cada día se abren nuevas puertas y caminos. Contamos con sus oraciones para que podamos ser testigos del amor misericordioso de Dios Padre.

                                     Hnas. Alma, Hanaa, y Evelyn; nsa.  

Artículo traducido de la revista de las Hermanas nsa de Italia: "Regina Apostolorum", setiembre 2016. 

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