lunes, 2 de enero de 2017

MARIA, FIGURA ISLAMO-CRISTIANA


Una jornada islamo-cristiana, organizada por el equipo de la basílica, se desarrolló el 30 de abril del 2016, con el mismo espíritu de aquella del 25 de marzo del 2010, en Libano.  
En efecto, es en la basílica de Nuestra Señora de Africa, que ésta año cumple 140 años, que tuvo lugar éste encuentro entre musulmanes y cristianos alrededor de la figura de María.
La Hna. Gosia Jablonska, fmm, nos relata, en la revista "Paz y Concordia" nº 27, lo que ella vivió en éste día.

"Nuestra Señora de Africa, es visitada cada día por cientos de personas, en su mayoría, musulmanes. El diálogo y el intercambio se viven espontáneamente en el encuentro y en la acogida mutuos. No faltan los testimonios de gracias obtenidas, gracias de paz, de sanación, de perdón recibido y dado, a través de María.

Desde su origen, la basílica testimonia de la presencia atenta y amante de María, madre que no hace diferencias entre sus hijos, y eso, desde siempre. 
Muy pronto, las mujeres musulmanas del barrio de Bologhine se unieron a las cristianas que venían a visitar el lugar de culto que ellas habían creado en Nuestra Señora de Ravin (debajo de la plataforma de la actual basílica). Ellas unían en ese gesto, no solamente la devoción del islam coránico por María, sino también las costumbres religiosas populares, bereberes, que llevaba a muchas mujeres a buscar, en ese tiempo, lugares de culto, fuera de la mezquita, que es más bien para los hombres.
Esta vivencia de la piedad popular reúne a mujeres musulmanas y cristianas, en la simplicidad de su relación con Dios. 

Cuando la basílica fue construída, ellas tomaron juntas, el camino hacia la colina, y la presencia de la comunidad musulmana no fue olvidada en el interior de la basílica, en una época donde, sin embargo, la iglesia estaba muy lejana de un diálogo islamo-cristiano que se desarrolló un siglo más tarde, gracias al Concilio Vaticano II. En el ábside central se pudo leer, casi desde los inicios de la basílica, la siguiente frase que llama la atención de todos los visitantes: " Nuestra Señora de Africa, ruega por nosotros y por los musulmanes." 

 No es de asombrarse que el proyecto libanés de "hacer de la figura de la Virgen María, venerada en las dos religiones, un elemento de cohesión", suscitó aquí, un gran interés! 
Hubo una gran cantidad de musulmanes y cristianos en ésta jornada de encuentro islamo-cristiana, la primera en su género que se realizaba en Argelia. Participaron también responsables religiosos musulmanes, que recitaron la surata Maryam (19), y personalidades civiles y religiosas.
El fervor, la intensidad de presencia, el ambiente de acogida mutua y la escucha manifestadas por los participantes, mostraron que nuestro mundo marcado por la violencia, necesita hoy de signos y de testimonios que hagan ver que los cristianos y musulmanes no solamente viven juntos, sino que gustan de vivir juntos, y juntos crecen en humanidad. La figura de María, fue el centro de ésta jornada. Estuvimos unidos en la acogida de ese don de Dios a la historia religiosa de la humanidad.

Las palabras del Evangelio inspiran la meditación cristiana sobre María desde los orígenes del cristianismo.
Los tres conferenciantes nos guiaron, de manera diferente. Los pasajes tales como la Anunciación, la Visitación, las Bodas de Caná, María al pié de la cruz, fueron evocados varias veces. 
Primero, por Monseñor Paul Desfarges, que abrió la jornada y comentó las palabras de María a los servidores: "Hagan todo lo que Jesús les diga".
Luego, fue Monseñor Henri Teissier, que presentó las iniciativas y acciones de inspiración mariana que promueven el diálogo y la paz por todo el mundo. Es así que en Argelia, en Ténès, una imagen de María, situada sobre una colina en la entrada de la ciudad, fue restaurada, del mismo modo que se arregló todo el lugar...y ésto fué realizado por el personal del gobierno de la ciudad!

Por su parte, la Hermana Henia Pyka (de las Pequeñas Hermanas de Jesús), mostró como su vida en Argelia toma sentido en la "Visitación" y en "el encuentro" de los musulmanes, como alguna vez lo hizo el mismo Carlos de Foucauld en el Sahara, y la Pequeña Hermana Madeleine, con los nómades. Compartiendo varias experiencias, ella nos hizo sentir que su relación con los musulmanes era vital para ella, y que eso contribuye a hacer crecer, juntos, la fraternidad.

Por su parte, Monseñor Youssef Nacib, nos recordó la base coránica de la devoción mariana, presentando algunos párrafos marianos del Corán (3, 37-55 et 19, 16-34).
Podríamos retener los dos párrafos que son Anuncios: "Oh María, Dios te eligió, en verdad, Él te purificó, Él te eligió de preferencia entre todas las mujeres del universo! (3,42) y también, "Oh, María, Dios te anuncia la buena noticia de un Verbo emanando de Él mismo: su nombre es el Mesías, Jesús hijo de María" (3,45).
Otro párrafo a propósito de Jesús, también vale la pena ser citado: "El Mesías, hijo de María, es el profeta de Dios. Su Palabra que él puso en María, un Espíritu emanando de Él" (4,171)  

Numerosos son también los Hadith que evocan a María, como el que cuenta la palabra atribuída al profeta: "Entre todas las mujeres del mundo, que te sean suficientes tener cuatro: Marie, Asyia, Khadidja y Fatima". 

Youssef Nacib remarcó que muchas voces de levantaron en el Islam para promover el diálogo. Y citó a los místicos Al-Hallâj y Ibn Arabi, el emir Abd-el-Kader, Mohammed Abdou, el cheikh Bentounès y Tariq Ramadan. 
En eso, él ve una convergencia de los tres monoteísmos y una apertura del Islam expresado así por Al Hallâj: "El judaísmo, el cristianismo, el islam y las otras denominaciones confesionales son diferentes sobrenombres y nombres contrastantes, pero su objetivo no sufre ni de diferencias ni de contraste ( ...) un principio único con ramificaciones múltiples.
La figura de María, presente en el Corán y en los Hadiths, encuentra su lugar en el medio popular. Campesinos kabiles dirigían ésta oración a María: "Te ruego para que implores a Dios" (para que proteja a mis hijos, para que Él cuide mi cosecha...).
En ningún momento se trata de identificar María con Dios mismo, tan temida por los wahhabitas, sino más bien, de una confianza simple que María más cerca de Dios que nosotros que somos pecadores, puede ser como nuestra abogada ante Él. 

Las apariciones marianas en 1969, en El Cairo, constituyen todavía, otro trazo de unión entre cristianos y musulmanes que fueron testigos de las mismas.

La jornada se terminó compartiendo fraternalmente, un cous cous, y en el alegre compartir de cantos, que ofrecieron los jóvenes del coro San Marcos de Lyon. Otras dos formas muy simples de diálogo y unidad...

Y luego...símbolo de lo vivido en el día, todos los participantes fuimos invitados, dos por dos, a rezar y obrar juntos por la paz: "Basta de combates, y tomados de la mano, recorramos el camino hacia la Fraternidad."

Este es seguramente lo que tenemos que madurar, y más aún, vivirlo donde sea que estemos. "



Artículo traducido del Boletín del Distrito nsa de Argelia, "Fenêtre Ouverte", diciembre 2016.








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